Cómo enfrentar el estrés de fin de año?
Babytuto
4 de diciembre de 2014
Enfrentarse a los meses de fin de año puede ser muy estresante. Los padres se sienten presionados por comprar el mejor regalo para sus hijos, tener las mejores vacaciones. Los adultos en general tienen una carga laboral mayor y el cansancio se hace notar
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el estrés de fin año es un patrón de respuesta, distinto al habitual, con compromiso neurológico, endocrino, emocional, cognitivo y conductual, que se desencadena cuando llegar a diciembre es interpretado como una situación altamente exigente o amenazante, que requiere de un esfuerzo adaptativo importante, de una respuesta eficiente y cuando la persona siente o anticipa que no logrará abordarla con sus recursos psicológicos habituales de enfrentamiento, dice sentirse “sobrepasada”.
Pero, ¿qué nos genera esa forma de ver las cosas?
La psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla, explica que “a fin de año nos enfrentamos a los cierres de periodos escolares, académicos y laborales, por lo que hay evaluaciones que rendir, balances que realizar, mientras que al mismo tiempo se organizan paseos, fiestas de fin de año, ceremonias. Se anticipa la cercanía de la navidad, año nuevo y vacaciones. Todo esto, junto a una tendencia natural a hacer en estas fechas un balance del cumplimiento de metas también en lo personal genera una presión por rendir y aumento de ansiedad, que a veces perturba el buen desempeño, a lo que sigue una sensación de inefectividad, que incrementa aún más la ansiedad, apareciendo temor a fracasar, sufrir, defraudar, etc. En este contexto el cerebro recibe un mensaje de “peligro” y echa a andar los mecanismos de alerta habituales y respuesta de estrés.”
¿Cómo debemos manejarlo?
Al llegar a fin de año, es fundamental regular las expectativas, es decir, trazarse metas realistas y proponerse submetas a corto plazo que se puedan ir cumpliendo, tomando en cuenta nuestras habilidades, recursos y posibilidades. Además, es importante priorizar las actividades y alternarlas con otras de carácter recreativo y siempre valorar cuando se alcanza un logro o se cumple uno de los propósitos de fin de año.
Hay que tener mucho cuidado con el tipo de meta que se traza, ya que el error más común y que produce mayor estrés es cuando buscamos hacer todo lo que no se hizo durante el año con altas expectativas de éxito y la exigencia de efectividad. Lo que si termina no lográndose, se va a percibir como incapacidad o inhabilidad, lo que representa un peligro a la integridad de la persona.
La especialista entrega algunos consejos para enfrentar el estrés de fin de año:
- Adoptar en este periodo una alimentación saludable y favorecer el descanso nocturno.
- Respetar horarios habituales, no sobreexigir al organismo, maximizar horas de trabajo en calidad no en cantidad.
- Incorporar momentos de descanso durante el día. Utilizar los fines de semana para descansar, desconectarse de la rutina, de la presión horaria.
- Realizar actividades que estimulen otras áreas cerebrales relacionadas con la creatividad, la intuición, la fantasía, ya que permite intervenir los pensamientos ansiosos en torno a los problemas y aprensiones.
- Dar espacio al deporte y el humor (risa espontánea), que se relacionan con la secreción de endorfinas, y producción de adrenalina, que ayudan a estabilizar el ánimo, activar el sistema inmune, alivia la tensión muscular, favorecen la oxigenación y facilita el sueño.
- Regular expectativas, considerando el contexto de mayor sobrecarga.
- Aprender a priorizar, delegar, dejarse ayudar, aprender a pedir, confiar y agradecer.
- Apoyarse en agendas y recordatorios, practicar en la tolerancia y flexibilidad en caso de cambio de planes.
- Evitar compararse y competir con otros. La percepción de injusticia y desventaja, va en desmedro de la efectividad que se busca.
- Centrase en el presente e ir valorando lo que se va haciendo y no lo queda por hacer.
- Trasformar lo que faltó hacer, más que en una queja en nuevas intenciones para el próximo periodo.
La psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla aportó información valiosa para desarrollar este artículo.
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Cómo enfrentar el estrés de fin de año?
Babytuto
4 de diciembre de 2014
Enfrentarse a los meses de fin de año puede ser muy estresante. Los padres se sienten presionados por comprar el mejor regalo para sus hijos, tener las mejores vacaciones. Los adultos en general tienen una carga laboral mayor y el cansancio se hace notar
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el estrés de fin año es un patrón de respuesta, distinto al habitual, con compromiso neurológico, endocrino, emocional, cognitivo y conductual, que se desencadena cuando llegar a diciembre es interpretado como una situación altamente exigente o amenazante, que requiere de un esfuerzo adaptativo importante, de una respuesta eficiente y cuando la persona siente o anticipa que no logrará abordarla con sus recursos psicológicos habituales de enfrentamiento, dice sentirse “sobrepasada”.
Pero, ¿qué nos genera esa forma de ver las cosas?
La psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla, explica que “a fin de año nos enfrentamos a los cierres de periodos escolares, académicos y laborales, por lo que hay evaluaciones que rendir, balances que realizar, mientras que al mismo tiempo se organizan paseos, fiestas de fin de año, ceremonias. Se anticipa la cercanía de la navidad, año nuevo y vacaciones. Todo esto, junto a una tendencia natural a hacer en estas fechas un balance del cumplimiento de metas también en lo personal genera una presión por rendir y aumento de ansiedad, que a veces perturba el buen desempeño, a lo que sigue una sensación de inefectividad, que incrementa aún más la ansiedad, apareciendo temor a fracasar, sufrir, defraudar, etc. En este contexto el cerebro recibe un mensaje de “peligro” y echa a andar los mecanismos de alerta habituales y respuesta de estrés.”
¿Cómo debemos manejarlo?
Al llegar a fin de año, es fundamental regular las expectativas, es decir, trazarse metas realistas y proponerse submetas a corto plazo que se puedan ir cumpliendo, tomando en cuenta nuestras habilidades, recursos y posibilidades. Además, es importante priorizar las actividades y alternarlas con otras de carácter recreativo y siempre valorar cuando se alcanza un logro o se cumple uno de los propósitos de fin de año.
Hay que tener mucho cuidado con el tipo de meta que se traza, ya que el error más común y que produce mayor estrés es cuando buscamos hacer todo lo que no se hizo durante el año con altas expectativas de éxito y la exigencia de efectividad. Lo que si termina no lográndose, se va a percibir como incapacidad o inhabilidad, lo que representa un peligro a la integridad de la persona.
La especialista entrega algunos consejos para enfrentar el estrés de fin de año:
- Adoptar en este periodo una alimentación saludable y favorecer el descanso nocturno.
- Respetar horarios habituales, no sobreexigir al organismo, maximizar horas de trabajo en calidad no en cantidad.
- Incorporar momentos de descanso durante el día. Utilizar los fines de semana para descansar, desconectarse de la rutina, de la presión horaria.
- Realizar actividades que estimulen otras áreas cerebrales relacionadas con la creatividad, la intuición, la fantasía, ya que permite intervenir los pensamientos ansiosos en torno a los problemas y aprensiones.
- Dar espacio al deporte y el humor (risa espontánea), que se relacionan con la secreción de endorfinas, y producción de adrenalina, que ayudan a estabilizar el ánimo, activar el sistema inmune, alivia la tensión muscular, favorecen la oxigenación y facilita el sueño.
- Regular expectativas, considerando el contexto de mayor sobrecarga.
- Aprender a priorizar, delegar, dejarse ayudar, aprender a pedir, confiar y agradecer.
- Apoyarse en agendas y recordatorios, practicar en la tolerancia y flexibilidad en caso de cambio de planes.
- Evitar compararse y competir con otros. La percepción de injusticia y desventaja, va en desmedro de la efectividad que se busca.
- Centrase en el presente e ir valorando lo que se va haciendo y no lo queda por hacer.
- Trasformar lo que faltó hacer, más que en una queja en nuevas intenciones para el próximo periodo.
La psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla aportó información valiosa para desarrollar este artículo.
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