- En primera instancia es importante determinar el perfil que se está buscando, qué es lo que se espera de esa persona, y que características quieren los papás: que sea puntual, responsable, cariñosa, o sociable. También se deben tener en cuenta qué habilidades se esperan: que sepa cocinar, cambiar pañales o jugar con los niños.
- Algunas cosas que se deben tener en cuenta son que esté preparada lo que más se pueda en el cuidado de niños: ojalá sepa algo de primeros auxilios en caso de cualquier emergencia, además de tener iniciativa propia.
- Luego, preguntar en el círculo más cercano si alguien tiene una persona para recomendar. En caso de que esa persona no sea muy cercana, se pueden juntar varias opciones y entrevistar a varias candidatas para ver cuáles cumplen con los requerimientos que los papás buscan.
- Fijarse en personas mayores de 18 años, especialmente si el niño es muy pequeño. Una niñera muy joven puede sentirse muy sobrepasada con las responsabilidades que se le encarguen.
- Si ya se tiene una persona en mente, se puede concertar una cita entre la niñera y el niño para ver si se llevan bien. Esto hará más fácil tomar la decisión final.
- Confiar en el sentido común.
- Considerar un tiempo de adaptación, luego de eso, medir los resultados y ver si la niñera sigue a cargo de cuidado del menor.