Los cambios en los senos durante el embarazo es un proceso absolutamente normal. El cuerpo de la mujer se prepara para la lactancia, ayudado por las variaciones en los niveles hormonales.
Esto provoca una serie de síntomas que pueden llegar a ser muy molestos, pero que con un poco de cuidado, se puede ayudar a aliviarlos.
Algunos de los cambios más comunes son:
- Sensibilidad y aumento de su tamaño, llegando a crecer entre un 25 % y 50 % de su volumen. Los cambios son más drásticos durante las primeras 8 semanas de embarazo.
- Aumento de sanguínea, lo que provoca la aparición de venas azuladas en el área. Estas son más notorias en mujeres que tienen la piel más clara o traslúcida.
- Aumento en el tamaño de los pezones, y pigmentación de las areolas. También crecen las pequeñas glándulas que hay sobre estas, las que muchas veces secretan una especie de aceite que permite que los pezones estén humectados y no se resequen.
- Debido a su crecimiento pueden aparecer estrías, sobre todo el último trimestre. También puede haber picazón por el estiramiento de la piel.
- Algunas mujeres pueden tener secreciones de calostro, especialmente a partir del segundo trimestre. Esto es un líquido espeso y amarillo, que alimentará al bebé durante los primeros meses.
Para aliviar estos malestares se recomienda el uso de sostenes maternales, los que entregan mayor soporte y comodidad. Si se tienen muchas molestias es bueno usarlos también durante la noche.
Asimismo, una buena higiene disminuye las molestias: lavar los pechos con agua tibia y evitar usar jabón en las areolas para que no se resequen.
También se deben humectar e hidratar los pechos para que la aparición de estrías no sea tan severa.
Hay que recordar que estas no se pueden evitar y el tenerlas depende de la genética y calidad de la piel. En caso de la secreción de calostro, se pueden utilizar almohadillas que se ponen en el sostén, y que evitarán mojar la ropa.
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