Anorexia del primer año de vida de bebé

Babytuto

30 de junio de 2014

Para un bebé, acostumbrarse a los distintos cambios de alimentación durante su primer año de vida puede ser algo muy frustrante no solo para ellos sino que también para sus papás, quienes muchas veces no encuentran explicación a este comportamiento.

La anorexia es el rechazo, por parte del bebé, de todo tipo de alimentación. La AEP (Asociación Española de Pediatría) explica que existen varios tipos:

Por su duración:

  • Anorexia aguda o transitoria; de corta duración, que generalmente es expresión de un proceso orgánico ocasional. Las causas más frecuentes son los procesos febriles infecciosos y la ingesta de antibióticos.
  • Anorexia crónica o persistente; de larga duración, que puede ser expresión de un proceso orgánico pero, más frecuentemente, manifiesta un trastorno psicológico. Puede ser continua o intermitente.

Por su limitación del instinto alimentario:

  • Anorexia global a todos los alimentos.
  • Anorexia parcial a algún alimento.

Desde el punto de vista etológico:

  • Anorexias primarias o psicológicas; en las que la anorexia es el único síntoma y su etología es funcional; también se llama anorexia simple. Es la causa más frecuente en los países desarrollados.
  • Anorexias secundarias; donde la falta de apetito es un síntoma acompañante, dentro de un proceso orgánico; a veces es el primero y el único síntoma de la enfermedad durante algún tiempo.

¿Cuáles son los motivos?

La nutricionista Lorena Quinteros manifiesta que la anorexia o falta de apetito durante el primer año de vida puede deberse a varios factores: "En esta etapa, los niños ya comienzan a ser más independientes, lo que puede volverlos más rebeldes al momento de la alimentación pues muchos ya no aceptan la ayuda y gustan de alimentarse de manera individual. Otro motivo es que el bebé busca llamar la atención de sus padres lo que incita al rechazo alimentario provocando preocupación y relaciones conflictivas con el niño durante la comida. El niño a esta edad se encuentra en constante movimiento y cambios, lo que posibilita que este nuevo mundo que está descubriendo sea más atractivo que la propia comida, esta falta de apetito es transitoria y no es sinónimo de enfermedad, revirtiéndose de manera rápida" asegura la especialista.

Por otro lado, los cuadros infecciosos también pueden provocar inapetencia en el lactante. Estos cuadros suelen estar acompañados de fiebre u otros síntomas, lo que puede facilitar a los padres la detección de una posible enfermedad que esté provocando la inapetencia. Asimismo, pueden existir trastornos digestivos que le causen muchos malestares, y que por eso no sienta ganas de tomar su leche o comer sus papillas. Estos suelen provocar hinchazón y dolores estomacales, por lo que es normal que se sienta inapetente cuando llegue la hora de comer.

Así lo afirma la nutricionista al aclarar que otras razones como la presencia de parásitos, infecciones de las vías urinarias, fiebre entre otros deben ser confirmadas y tratadas con una evaluación médica.

Tratamientos

Si los papás observan que su hijo come menos de lo normal, lo mejor es consultar inmediatamente con un especialista que pueda determinar las causas y entregar un tratamiento apropiado. Todos los menores tienen su propio ritmo, por lo que no es extremadamente preocupante que se encuentren un poco bajo peso, mientras esto se encuentre controlado por un pediatra.

La AEP recomienda al entorno familiar tranquilizar a los padres y evitar tensiones. Así mismo, hay que tranquilizar al pequeño y evitar la sobrealimentación forzada  y mantener una actitud educativa.

Lorena Quinteros es nutricionista y puede ser contactada a través de Facebook.com/Nutrimente.cl, correo l.q.arevalo@gmail.com o su sitio web www.nutrimente.cl

Otros temas que te podrían interesar:

shutterstock_128701208.jpg>39.166666666666664:58.75

Compartir