Al diablo con el tamaño!

Babytuto

24 de septiembre de 2014

Llama la atención que hasta estos días, cuando los hombres han resuelto compartir con sus compañeras la responsabilidad de la satisfacción sexual, persista la agobiante necesidad de confirmar la "medida perfecta del pene” como instrumento de placer sexual para la mujer. Durante años los hombres me han preguntado cuánto debe medir y qué grosor debe tener un pene para ser “atractivo” para una mujer. Esta obsesión que sobrevalora las dimensiones genitales parece tener su origen en esas sesiones de películas pornográficas donde el placer femenino queda supeditado casi siempre a ser penetradas por penes impresionantes. En este escenario, obviamente, cualquiera comienza a dudar de la dotación recibida. Mientras los hombres, regla en mano, continúan midiendo y estirando lo humanamente estirable, las mujeres han comenzado a descubrir que el pene no es exactamente aquello que les brindará per se el ansiado orgasmo. Es más, muchas han descubierto también que por buena dotación que se tenga, la entrada y salida del pene de sus vaginas, de manera rutinaria, sin novedad o sobresalto, no sirve para nada. Los hombres ya debiesen haber aprendido que el tamaño del pene no es proporcional a la cantidad de placer que se pueda obtener de él. De la misma forma, una buena dotación no garantiza las habilidades de un hombre para ser buen amante. Cualquier hombre que base su capacidad amatoria en su pene sabe muy poco de hacer feliz sexualmente a una mujer. El tamaño del pene no hace a un hombre más potente o vigoroso, es decir, no predice que su erección va a ser mejor o de mayor duración. Para aquellas que aún creen en la validez del tamaño y buscan un pantalón abultado como predictor de un buen amante, debo decirles que un pene en relajo es muy diferente a un pene “activado”: un pene que podría verse poco atractivo debajo de un pantalón puede ser un gran aliado a la hora de provocar placer. A tomar en cuenta:
  • Un pene grande puede ser también torpe, fome y con poca tumescencia.
  • No existe la talla apropiada, existen diferencias, así como las hay entre los pies, manos o dientes de diferentes hombres.
  • Existen penes gordos, delgados, largos o cortos. Son variaciones, pero no por ello unos son peores que otros.
Así que hombres, una vez más: ¡el tamaño no importa! Sugiero incorporar los genitales al resto del cuerpo, de manera tal que no restemos importancia a lo que una interesante cadera, una tonificada pierna, un buen par de glúteos y hasta una bien cuidada espalda, pueden ofrecer en términos de ser zonas tremendamente atractivas para que una mujer “se pose” buscando provocar su orgasmo. Sexo y mujer Renata Ortega - Terapeuta sexual y de pareja Centro Meridiano - Medicina china para la salud de la mujer www.centromeridiano.cl  al diablo con el tamaño

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