Qué significan las conductas violentas en niños pre-escolares
Babytuto
7 de julio de 2014
A veces para los niños es difícil poner en palabras sus sentimientos y emociones, y la única forma que encuentran de expresarse es a través de rabietas y pataletas, conductas que muchas veces son catalogadas inadecuadas por los adultos. Todo se vuelve un poco peor cuando sus actitudes son violentas, y se salen de control, complicando así la labor de los padres. La psicóloga infanto-juvenil y de familia, Francisca Hernández, explica en detalle cómo enfrentar a estos niños.
¿Cómo se comunican los niños en edad pre-escolar?
"Si bien en muchas ocasiones los niños en edad preescolar tienen desarrollado el lenguaje, en el sentido de conocer las palabras que les permiten nombrar objetos y cosas, o bien manifestar sus necesidades, no tienen aún desarrollado el lenguaje emocional, que les permite expresar en palabras lo que piensan y sienten. Es por esto que cuando experinetan sentimientos como rabia o pena por una determinada situación, irrumpen en pataletas o gritos", señala la psicóloga.
En algunas ocasiones, los niños expresan y desarrollan conductas que son agresivas hacia otros niños, o incluso los papás. "Son varios los motivos por los cuales un menor puede tener conductas disruptivas de esta índole, pero uno de los principales es que probablemente esté viviendo una situación en la familia que es difícil de sobrellevar y, por la misma razón de que no cuentan con el lenguaje emocional que les permite expresar en palabras lo que están vivenciando, es que recurren a lo único que está a su alcance: replicar aquello que ven", relata la especialista.
Francisca agrega que no es necesario que un niño sea testigo de violencia en su casa para que tenga este tipo de comportamiento, pero puede ser que la familia esté atravesando por algún cambio importante que los afecte (por ejemplo el nacimiento de un hermano, o la muerte o enfermedad de algún familiar), y es por eso que recurren a la violencia, pues no cuentan con otras herramientas para sobrellevar esta situación de la forma adecuada.
¿Cómo apoyar a los niños?
El apoyo de los papás hacia el niño es importantísimo durante esta etapa. "Los papás deben ayudarle a buscar palabras que puedan expresar cómo se sienten. Aunque los sean muy pequeños, los padres deben ayudarlos a desarrollar su lenguaje emocional, es decir, la capacidad de expresar en palabras lo que piensan y sienten", agrega la experta.
"Incluso, en algunas ocasiones los niños no son capaces de pesquisar lo que realmente les pasa, sin embargo, les será más fácil elaborar sus penas o rabias a medida que haya un adulto responsable que sea capaz de interpretar correctamente las señales del niño y le ponga palabras a lo que éste siente: 'creo que sentiste rabia cuando pasó eso”, o bien “parece que te dio un poco de pena por...'", concluye Francisca.
¿Qué hacer cuando notifican a los papás del jardín sobre una conducta violenta?
En estos casos, lo primero que deben hacer los papás es observar a sus hijos y evaluar si algo que esté ocurriendo dentro del núcleo familiar los puede estar afectando. Si no es así, es fundamental hablar con ellos y conversar sobre lo que les está sucediendo. Es importante recordar que a esta edad los niños tienen un tipo de pensamiento egocéntrico, es decir, no son capaces de tener empatía y ponerse en el lugar de otras personas.
Teniendo esto último en cuenta, se les debe explicar que a las otras personas también hay que cuidarlas y que deben tener cuidado con lo que dicen o hacen. Cuando las conductas son repetitivas, y no se producen cambios, pese a que se ha dedicado tiempo a conversar con ellos, hay que considerar que las conductas pueden estar siendo gatilladas por factores del ambiente que no se pueden pesquisar, ni controlar, y en esos casos lo mejor es consultar con un psicólogo, quién indicará qué hacer en según sea el caso.
"En la evaluación psicológica se determinará si será necesario o no realizar una derivación a psiquiatra infantil; sin embargo, existen otros métodos de tratamiento complementario como lo es la terapia floral, muy útil sobre todo porque en reiteradas ocasiones los padres se muestran reacios al tratamiento farmacológico a tan temprana edad", finaliza la experta.
Francisca Hernández Straub, psicóloga infanto-juvenil y de terapia familiar, aportó información valiosa para desarrollar este artículo. Puedes contactarla a través de su correo franciscahernandezs@gmail.com
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Babytuto
7 de julio de 2014
A veces para los niños es difícil poner en palabras sus sentimientos y emociones, y la única forma que encuentran de expresarse es a través de rabietas y pataletas, conductas que muchas veces son catalogadas inadecuadas por los adultos. Todo se vuelve un poco peor cuando sus actitudes son violentas, y se salen de control, complicando así la labor de los padres. La psicóloga infanto-juvenil y de familia, Francisca Hernández, explica en detalle cómo enfrentar a estos niños.
¿Cómo se comunican los niños en edad pre-escolar?
"Si bien en muchas ocasiones los niños en edad preescolar tienen desarrollado el lenguaje, en el sentido de conocer las palabras que les permiten nombrar objetos y cosas, o bien manifestar sus necesidades, no tienen aún desarrollado el lenguaje emocional, que les permite expresar en palabras lo que piensan y sienten. Es por esto que cuando experinetan sentimientos como rabia o pena por una determinada situación, irrumpen en pataletas o gritos", señala la psicóloga.
En algunas ocasiones, los niños expresan y desarrollan conductas que son agresivas hacia otros niños, o incluso los papás. "Son varios los motivos por los cuales un menor puede tener conductas disruptivas de esta índole, pero uno de los principales es que probablemente esté viviendo una situación en la familia que es difícil de sobrellevar y, por la misma razón de que no cuentan con el lenguaje emocional que les permite expresar en palabras lo que están vivenciando, es que recurren a lo único que está a su alcance: replicar aquello que ven", relata la especialista.
Francisca agrega que no es necesario que un niño sea testigo de violencia en su casa para que tenga este tipo de comportamiento, pero puede ser que la familia esté atravesando por algún cambio importante que los afecte (por ejemplo el nacimiento de un hermano, o la muerte o enfermedad de algún familiar), y es por eso que recurren a la violencia, pues no cuentan con otras herramientas para sobrellevar esta situación de la forma adecuada.
¿Cómo apoyar a los niños?
El apoyo de los papás hacia el niño es importantísimo durante esta etapa. "Los papás deben ayudarle a buscar palabras que puedan expresar cómo se sienten. Aunque los sean muy pequeños, los padres deben ayudarlos a desarrollar su lenguaje emocional, es decir, la capacidad de expresar en palabras lo que piensan y sienten", agrega la experta.
"Incluso, en algunas ocasiones los niños no son capaces de pesquisar lo que realmente les pasa, sin embargo, les será más fácil elaborar sus penas o rabias a medida que haya un adulto responsable que sea capaz de interpretar correctamente las señales del niño y le ponga palabras a lo que éste siente: 'creo que sentiste rabia cuando pasó eso”, o bien “parece que te dio un poco de pena por...'", concluye Francisca.
¿Qué hacer cuando notifican a los papás del jardín sobre una conducta violenta?
En estos casos, lo primero que deben hacer los papás es observar a sus hijos y evaluar si algo que esté ocurriendo dentro del núcleo familiar los puede estar afectando. Si no es así, es fundamental hablar con ellos y conversar sobre lo que les está sucediendo. Es importante recordar que a esta edad los niños tienen un tipo de pensamiento egocéntrico, es decir, no son capaces de tener empatía y ponerse en el lugar de otras personas.
Teniendo esto último en cuenta, se les debe explicar que a las otras personas también hay que cuidarlas y que deben tener cuidado con lo que dicen o hacen. Cuando las conductas son repetitivas, y no se producen cambios, pese a que se ha dedicado tiempo a conversar con ellos, hay que considerar que las conductas pueden estar siendo gatilladas por factores del ambiente que no se pueden pesquisar, ni controlar, y en esos casos lo mejor es consultar con un psicólogo, quién indicará qué hacer en según sea el caso.
"En la evaluación psicológica se determinará si será necesario o no realizar una derivación a psiquiatra infantil; sin embargo, existen otros métodos de tratamiento complementario como lo es la terapia floral, muy útil sobre todo porque en reiteradas ocasiones los padres se muestran reacios al tratamiento farmacológico a tan temprana edad", finaliza la experta.
Francisca Hernández Straub, psicóloga infanto-juvenil y de terapia familiar, aportó información valiosa para desarrollar este artículo. Puedes contactarla a través de su correo franciscahernandezs@gmail.com
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