Cuando sus hijos comienzan a tocarse sus genitales muchos padres se incomodan y no saben cómo reaccionar. Esta etapa en los niños corresponde a la autoexploración del cuerpo, donde se dan cuenta que es mucho más placentero tocar sus partes íntimas que otras partes del cuerpo.
La exploración de los genitales es un acto evolutivo, y que tiene diferentes objetivos, dependiendo de la edad del niño. Los bebés, por ejemplo, comienzan a conocerse cuando tienen entre 6 y 18 meses, y tocar su pene o vagina es la parte final de este proceso. Cuando tienen entre 4 y 7 años los menores ya tienen un conocimiento previo de su cuerpo, y entienden que les causa placer. Finalmente, cuando ya tienen entre 11 y 14 años se hace efectivamente en búsqueda de placer.
¿Cómo deben reaccionar los papás?
Los papás no deben realizar nada en especial, pero es importante enseñarle a los niños que ese tipo de cosas no se hacen en público, y que es mejor hacerlas cuando estén en la casa o en un lugar privado. Cuando a los menores se les castiga por eso, pueden desarrollar algún tipo de patologías cuando son más grandes, donde relacionan la sexualidad con algo sucio e incorrecto.
Un castigo de parte de los papás puede generar en los niños vergüenza, culpas, o miedos, lo que deriva en un desarrollo sexual poco saludable. Por ejemplo, si observan esta conducta en sus hijos mientras cambian el pañal, o los bañan, se le puede enseñar el correcto nombre de sus partes, y decirles que las van a terminar de limpiar para ponerles ropa limpia.
Los papás deben estar atentos, pues si esto se transforma en una conducta frecuente, durante un tiempo prolongado, podría haber una patología detrás. Se deben revisar los genitales de los niños, para asegurarse que no haya irritación o alguna infección, y en caso de que sea así, llevarlos al pediatra para que entregue el tratamiento más adecuado.
También se puede tratar por algún tipo de trastorno psicológico, donde el niño busca placer o felicidad a través de sus genitales. Una masturbación excesiva, al igual que otros tics, como pellizcarse la piel, tirarse el pelo, entre otros, puede ser un signo de que algo más está pasando, por lo que es fundamental consultar con un especialista.
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¿Cómo deben reaccionar los papás?
Los papás no deben realizar nada en especial, pero es importante enseñarle a los niños que ese tipo de cosas no se hacen en público, y que es mejor hacerlas cuando estén en la casa o en un lugar privado. Cuando a los menores se les castiga por eso, pueden desarrollar algún tipo de patologías cuando son más grandes, donde relacionan la sexualidad con algo sucio e incorrecto.
Un castigo de parte de los papás puede generar en los niños vergüenza, culpas, o miedos, lo que deriva en un desarrollo sexual poco saludable. Por ejemplo, si observan esta conducta en sus hijos mientras cambian el pañal, o los bañan, se le puede enseñar el correcto nombre de sus partes, y decirles que las van a terminar de limpiar para ponerles ropa limpia.
Los papás deben estar atentos, pues si esto se transforma en una conducta frecuente, durante un tiempo prolongado, podría haber una patología detrás. Se deben revisar los genitales de los niños, para asegurarse que no haya irritación o alguna infección, y en caso de que sea así, llevarlos al pediatra para que entregue el tratamiento más adecuado.
También se puede tratar por algún tipo de trastorno psicológico, donde el niño busca placer o felicidad a través de sus genitales. Una masturbación excesiva, al igual que otros tics, como pellizcarse la piel, tirarse el pelo, entre otros, puede ser un signo de que algo más está pasando, por lo que es fundamental consultar con un especialista.
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