Qué hacer con los niños sonámbulos
Babytuto
23 de junio de 2014
El sonambulismo ocurre cuando los niños hacen cosas mientras están dormidos, pero parecen estar despiertos. No procesan correctamente las percepciones sensoriales, y lo habitual es que se sienten en sus camas y se pongan a hablar cosas sin mucho sentido, aunque también pueden pararse, caminar, y hacer otras cosas.
Este trastorno del sueño es más común en menores entre los 4 y los 6 años de edad, y se presenta con más frecuencia en niños que en niñas. Por lo general desaparece por sí solo durante la adolescencia, pero en algunos casos se debe consultar con un especialista, pues podría haber otros problemas asociados, como problemas respiratorios, o el síndrome de piernas inquietas.
Si se tiene un hijo sonámbulo, la recomendación es no despertarlo mientras se encuentra hablando o caminando por la casa, pues esto lo puede hacer sentir asustado o confundido. Lo mejor es llevarlo a la cama nuevamente, e intentar que se quede en su lugar.
¿Qué precauciones se deben tomar en la casa?
Si al menor se le ha diagnosticado sonambulismo, lo mejor es consultar con un médico si necesita algún medicamento que pueda ayudarle a conciliar mejor el sueño por las noches. Al mismo tiempo, establecer hábitos y rutinas para ir a la cama es fundamental, para que el niño tenga un buen dormir.
También es bueno hablar con el niño para que sepa lo que le sucede. Esta conversación debe ser en un tono tranquilizador, tratando de normalizar la situación, para que el menor no se sienta preocupado ni culpable. Cuando se haga más consciente de su problema, será más fácil para él controlar estos episodios.
Esto también puede ayudar a los papás a encontrar la solución a este trastorno, pues puede haber detrás otro tipo de problemas, y el sonambulismo es un llamado de atención para evidenciar el problema.
Respecto a la seguridad, probablemente los papás deban tomar algunas medidas para evitar que el niño tenga accidentes, como poner su habitación en un lugar seguro, prevenir la presencia de escaleras, despejar el suelo de juguetes u otros objetos que puedan hacer que se tropiece, dejar la puerta de la calle con llave, para impedir que salga.
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Babytuto
23 de junio de 2014
El sonambulismo ocurre cuando los niños hacen cosas mientras están dormidos, pero parecen estar despiertos. No procesan correctamente las percepciones sensoriales, y lo habitual es que se sienten en sus camas y se pongan a hablar cosas sin mucho sentido, aunque también pueden pararse, caminar, y hacer otras cosas.
Este trastorno del sueño es más común en menores entre los 4 y los 6 años de edad, y se presenta con más frecuencia en niños que en niñas. Por lo general desaparece por sí solo durante la adolescencia, pero en algunos casos se debe consultar con un especialista, pues podría haber otros problemas asociados, como problemas respiratorios, o el síndrome de piernas inquietas.
Si se tiene un hijo sonámbulo, la recomendación es no despertarlo mientras se encuentra hablando o caminando por la casa, pues esto lo puede hacer sentir asustado o confundido. Lo mejor es llevarlo a la cama nuevamente, e intentar que se quede en su lugar.
¿Qué precauciones se deben tomar en la casa?
Si al menor se le ha diagnosticado sonambulismo, lo mejor es consultar con un médico si necesita algún medicamento que pueda ayudarle a conciliar mejor el sueño por las noches. Al mismo tiempo, establecer hábitos y rutinas para ir a la cama es fundamental, para que el niño tenga un buen dormir.
También es bueno hablar con el niño para que sepa lo que le sucede. Esta conversación debe ser en un tono tranquilizador, tratando de normalizar la situación, para que el menor no se sienta preocupado ni culpable. Cuando se haga más consciente de su problema, será más fácil para él controlar estos episodios.
Esto también puede ayudar a los papás a encontrar la solución a este trastorno, pues puede haber detrás otro tipo de problemas, y el sonambulismo es un llamado de atención para evidenciar el problema.
Respecto a la seguridad, probablemente los papás deban tomar algunas medidas para evitar que el niño tenga accidentes, como poner su habitación en un lugar seguro, prevenir la presencia de escaleras, despejar el suelo de juguetes u otros objetos que puedan hacer que se tropiece, dejar la puerta de la calle con llave, para impedir que salga.
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