Peluches ¡mucho más que un juguete!

Babytuto

22 de abril de 2024

Los peluches para niños han estado presentes en varias generaciones, un juguete popularizado con el oso de peluche que comenzó a fabricarse en serie para llegar a todos los hogares de los niños por la década de 1900. Desde aquella primera vez hasta nuestros días han evolucionado en forma, materiales y uso llegando hoy día a ofrecerse peluches interactivos para estimulación sensorial.

Se podría decir que un peluche es un juguete más, pero su éxito en el tiempo no se debe únicamente a la diversión que proporciona, sino también a la seguridad que transmite en el niño.

Los peluches estimulan el tacto

Los peluches están fabricados en tela de peluche, de allí su nombre, pero es cierto que este tipo de tela puede proporcionar alergias en niños, lo que ha impulsado la fabricación de peluches en otras telas más hipoalergénicas sin cambiar su nombre original “peluche”. El único consenso que existe es que la tela debe ser suave al tacto. El relleno puede ser de retazos de tela, habas, algodón o bolitas de plástico que estimula aún más la sensación del niño.

Los peluches crean lazos emocionales

El peluche es un muñeco que representa casi siempre a un animal muy tierno como el oso, el perro o el gato. Su aspecto siempre es agradable y amigable, al menos que realmente se busque darle un efecto contrario. De hecho, se ha querido darles otro aspecto a los monstruos y se ha conseguido hacerlo muy bien con peluches monstruos. Es así como los niños comienzan a depositar confianza y lazos emocionales con su juguete, especialmente a partir de los 2 años cuando la independencia del niño se comienza a inducir.

Si el niño tiene miedo por las noches y duerme solo acudirá a su peluche, si toca quedarse en casa de los abuelos se llevará su peluche, si toca leer un cuento invitará a su peluche, es decir, se convierte en una herramienta para la gestión de sus emociones. Le pondrá nombre y lo llevará a donde vaya como su mejor amigo. Esta es una manera de dejar atrás el chupete, el dedo, el pañal y el miedo que le proporciona la independencia a la que se enfrentará.

Los peluches son educativos/interactivos

Con la tecnología los peluches se han convertido también en un gran maestro, ya que estimula los sentidos del oído y la vista. Los peluches interactivos traen canciones con las que el niño se puede divertir, aprenden números y letras, etc. También aprende sobre acción y reacción, al darle a un botón puede activar una luz, una canción o una respuesta.

Los peluches son elementos decorativos

Siempre hay uno más bello que el otro, de todas las formas, tamaños y colores. Ellos quedan muy bien en la mesita de noche, en la lámpara o en la pared dando un toque infantil a las habitaciones que a los niños les encanta. Sirven para coleccionar los personajes favoritos de la serie del niño. Ellos son ideales para proporcionar esa confianza que el niño necesita para querer quedarse en su habitación solo. Donde hay peluches siempre hay un ambiente de armonía infantil.

Los peluches tienen formas distintas

Aunque los peluches se relacionan con osos y muñecos no siempre tiene que ser así. Hay pelotas de peluche que cumplen su función de ser suaves al tacto, especial para bebés menores de dos años que le ayuda a la coordinación y equilibrio al lanzarla sin hacerse daño.

Siempre son un excelente regalo

Si no sabes que regalar, los peluches siempre te dejan muy bien parado. Son tiernos, amigables, educativos y los encuentras a muy excelentes precios. Por eso, no solo son para niños, transmiten amor el Día de San Valentín y adornan la casa en Navidad.

Los peluches también son funcionales

Seguro que ya has visto los bellos bolsos que se hacen con tela de peluche y con los personajes más llamativos para los niños. Es una buena idea utilizarlos para comenzar la escuela o el maternal.

Para concluir

En conclusión, los peluches no son solo un juguete más, ellos pueden ser el mejor amigo de tu hijo, convertirse en la mejor terapia contra el miedo, ayudan a expresar amor, son bellos adornos para la habitación, también son un gran maestro para tus hijos, resultan un potente estimulador cuando tiene forma de pelota y siempre hay uno especial para regalar. ¡Nunca te dejan mal!

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