Peleas entre hermanos ¿Cómo detenerlas?
Babytuto
13 de mayo de 2015
El que los hermanos peleen es esperable y normal, incluso es de alguna forma saludable porque la convivencia siempre es difícil e implica conflictos y las peleas son una forma de lidear con esa realidad.
Sin embargo, cuando las peleas entre hermanos se vuelven constantes, repetitivas, cada vez más agresivas, y se producen todo el tiempo por cualquier razón, algo está pasando que va más allá de un problema de simple convivencia.
En las peleas hay distintos factores que influyen, como el temperamento de cada niño, como el lugar que ocupa en la familia, como las diferencias que se produzcan de los padres hacia ellos. Pero lo que es esencial en esta materia es cómo los padres enfrentan la situación. El manejo que los padres tengan frente a las peleas que existan entre los hermanos determinará que esta característica de la relación entre hermanos aumente o disminuya.
Lo primero que hay que analizar frente a dos hermanos que pelean constantemente, es qué se esconde tras el deseo de estar en conflicto con el otro hermano: ¿Hay algo que envidia uno del otro? ¿Estoy haciendo algún tipo de diferencia entre los dos que puede estar molestando a alguno? ¿Cómo se ven entre ellos? Son preguntas que deben hacerse para identificar si hay alguna razón de fondo que explique el constante conflicto entre ambos. Cuando aparece algo en este plano, es esencial, resolverlo y aclararlo a nivel familiar, y recurrir a especialistas cuando sea necesario.
Para el manejo de las peleas en la casa, hay distintas cosas que pueden hacerse. Aquí van algunos ejemplos:
- No tomar partido por ninguno de los dos. Tratarlos de la misma forma, que ambos deben respetar las mismas reglas. Ejemplo: “en esta casa nadie le puede pegar a nadie”.
- No opinar sobre el contenido de la pelea, sólo dejar claro y promover un acuerdo entre ambos. Por ejemplo: si la pelea es por el uso del computador, primero nadie puede usarlo hasta que ambos estén dispuestos a llegar a un acuerdo con el otro (que dejen de gritar, de acusarse, etc. hasta que estén listos para conversar), y una vez que puedan conversar, que ellos solos lleguen a un acuerdo, y que lo planteen al papá o mamá presente, para que este decida si es justo para ambos o no.
- No presenciar la pelea, cuando estén peleando decirles: “tienen dos opciones, calmarse y llegar a un acuerdo, o ir a pelear a otro lado, porque yo no estoy dispuesto/a a escucharlos pelear”.
- Remover el objeto de pelea, si pelean por un juguete o celular, quitárselos y decirles que hasta que no usen el objeto para jugar y no para pelear, y no lleguen a un acuerdo de cómo lo van a ocupar o turnárselo, no se lo van a devolver.
- No permitir peleas en espacios de convivencia, si la pelea se da cuando están almorzando o comiendo todos juntos en el comedor, interrumpan la pelea y si es necesario llévenlos a almorzar a la cocina ya que “las peleas no se permiten en la mesa”.
- Hacer de función reflexiva, verbalizando que es comprensible y normal que a veces se enojen el uno con el otro, pero que deben tranquilizarse a solas un rato, y cuando estén más calmados conversar sobre lo que pasó.
- Cada uno tener un espacio individual con cada hijo, las peleas muchas veces son por demandar atención a los padres. Por lo mismo es importante, crear espacios de interacción individual con cada hijo/a.
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Babytuto
13 de mayo de 2015
El que los hermanos peleen es esperable y normal, incluso es de alguna forma saludable porque la convivencia siempre es difícil e implica conflictos y las peleas son una forma de lidear con esa realidad.
Sin embargo, cuando las peleas entre hermanos se vuelven constantes, repetitivas, cada vez más agresivas, y se producen todo el tiempo por cualquier razón, algo está pasando que va más allá de un problema de simple convivencia.
En las peleas hay distintos factores que influyen, como el temperamento de cada niño, como el lugar que ocupa en la familia, como las diferencias que se produzcan de los padres hacia ellos. Pero lo que es esencial en esta materia es cómo los padres enfrentan la situación. El manejo que los padres tengan frente a las peleas que existan entre los hermanos determinará que esta característica de la relación entre hermanos aumente o disminuya.
Lo primero que hay que analizar frente a dos hermanos que pelean constantemente, es qué se esconde tras el deseo de estar en conflicto con el otro hermano: ¿Hay algo que envidia uno del otro? ¿Estoy haciendo algún tipo de diferencia entre los dos que puede estar molestando a alguno? ¿Cómo se ven entre ellos? Son preguntas que deben hacerse para identificar si hay alguna razón de fondo que explique el constante conflicto entre ambos. Cuando aparece algo en este plano, es esencial, resolverlo y aclararlo a nivel familiar, y recurrir a especialistas cuando sea necesario.
Para el manejo de las peleas en la casa, hay distintas cosas que pueden hacerse. Aquí van algunos ejemplos:
- No tomar partido por ninguno de los dos. Tratarlos de la misma forma, que ambos deben respetar las mismas reglas. Ejemplo: “en esta casa nadie le puede pegar a nadie”.
- No opinar sobre el contenido de la pelea, sólo dejar claro y promover un acuerdo entre ambos. Por ejemplo: si la pelea es por el uso del computador, primero nadie puede usarlo hasta que ambos estén dispuestos a llegar a un acuerdo con el otro (que dejen de gritar, de acusarse, etc. hasta que estén listos para conversar), y una vez que puedan conversar, que ellos solos lleguen a un acuerdo, y que lo planteen al papá o mamá presente, para que este decida si es justo para ambos o no.
- No presenciar la pelea, cuando estén peleando decirles: “tienen dos opciones, calmarse y llegar a un acuerdo, o ir a pelear a otro lado, porque yo no estoy dispuesto/a a escucharlos pelear”.
- Remover el objeto de pelea, si pelean por un juguete o celular, quitárselos y decirles que hasta que no usen el objeto para jugar y no para pelear, y no lleguen a un acuerdo de cómo lo van a ocupar o turnárselo, no se lo van a devolver.
- No permitir peleas en espacios de convivencia, si la pelea se da cuando están almorzando o comiendo todos juntos en el comedor, interrumpan la pelea y si es necesario llévenlos a almorzar a la cocina ya que “las peleas no se permiten en la mesa”.
- Hacer de función reflexiva, verbalizando que es comprensible y normal que a veces se enojen el uno con el otro, pero que deben tranquilizarse a solas un rato, y cuando estén más calmados conversar sobre lo que pasó.
- Cada uno tener un espacio individual con cada hijo, las peleas muchas veces son por demandar atención a los padres. Por lo mismo es importante, crear espacios de interacción individual con cada hijo/a.
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