Sí los futuros padres quieren conocer el sexo del bebé, la forma más precisa de saber será esperar a ver qué reflejan las ecografías, aún cuando éstas también puedan equivocarse.
Sin embargo, existen otros muchos métodos populares para predecir el género del bebé en camino.
Estos métodos carecen de base científica y son creencias con más de cientos de años, algunas provenientes de culturas lejanas y otras con orígenes desconocidos. Algunas de las más populares son:
- La cadenita: se necesita una cadena de oro, que en el extremo tenga un anillo o una cruz. Este se tiene que balancear sobre la palma de la mano o sobre el estómago. En el caso que la cadena se balancee hacia adelante y hacia atrás, se esperaría un varón. En cambio, sí el movimiento fuera circular el embarazo sería una mujer.
- La coronilla: sólo se puede utilizar si la pareja ya tiene un hijo nacido, ya que la técnica consta en fijarse en el nacimiento del pelo de la cornilla del hijo anterior. Si el nacimiento lo tiene en el centro, el próximo bebé será niña; si lo tiene a un lado, será niño. Si tiene dos nacimientos, serán gemelos-mellizos.
- La prueba del aceite: se echan unas gotas de aceite sobre la parte más saliente de la barriga, si se desliza rápidamente es niño, si lo hace de manera lenta, es niña.
- Los sueños de la futura mamá: si sueña con círculos, será niña; si sueña con formas puntiagudas, será niño.
- Según la forma de la barriga: si es más puntiaguda, sería niño, mientras que si es redondeada o achatada, niña.
- Los antojos: si a la mamá le apetecen dulces, es porque espera una niña; en cambio, si lo que desea comer son alimentos ácidos o salados, está embarazada de un niño.