La importancia del sueño en los bebés

Babytuto

7 de agosto de 2015

Dormir la cantidad de horas imprescindibles y tener un sueño de calidad es vital para el crecimiento y desarrollo de los bebés y niños. Las horas de sueño por cada niño se determinan según su edad, ya que entre más pequeños necesitan de más tiempo para el descanso. Los recién nacidos, por ejemplo, duermen más de la mitad de las horas del día (entre 14 y 20 horas) y en  los primeros meses, el tiempo de sueño irá disminuyendo, mientras que aumentará el tiempo de vigilia. Las instancias y distribución del sueño y desvelo se relacionan con las características individuales del menor. Cuando el bebé nace no distingue la diferencia entre el día y la noche, por eso, es muy importante enseñarles que durante el día se juega y al anochecer llega la hora de dormir. Algunas recomendaciones para lograrlo:
  • Tratar de acostar al bebé a la misma hora cada noche, manteniendo un ambiente tranquilo y sin ruido antes de ir a la cama, de esta manera irá identificando cómo es el momento de dormir
  • Es preferible que las siestas las duerman en algún lugar con luz y ruido ambiente, mientras que el sueño nocturno es preferible que se desarrolle en un espacio oscuro y silencioso, de esta manera irán identificando el día y la noche
  • Durante los primeros meses de vida, es preferible que duerma sin almohada
El neuropsiquiatra infantil, Dr. Daniel Correa, menciona que diversos estudios han demostrado la existencia de elementos que inciden en un mal descanso. Entre éstos, se puede mencionar la televisión, los vídeo juegos y la computadora o tablets. “La luz de éstos altera el reloj biológico, es decir, modifica la regulación del ciclo sueño-vigilia. Por ello, no es recomendable su utilización o exposición antes de ir a dormir”, explica. Según el estudio sobre "El tiempo de televisión y duración del sueño en niños" llevado a cabo por la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard, los niños que duermen en habitaciones donde la televisión permanece encendida, duermen alrededor de 30 minutos menos por noche, lo que podría afectar su salud mental y física al disminuir las horas de sueño. El especialista añade: “es importante evitar ruidos o gritos de la gente de la casa.Tampoco se deben hacer ejercicios físicos en la noche, ya que elevan la temperatura corporal y retrasan el sueño”. Por otra parte, hay diversos alimentos que no debiesen ser consumidos en la noche, ya que pueden afectar el sueño de los menores, como el chocolate, azúcar en forma desmedida y las frituras. Tampoco es aconsejable consumir grandes cantidades de líquido en la noche. El Dr. Correa asegura que, de todas formas, no conviene enviarlos a la cama en ayunas, porque el hambre también puede despertar a los niños. De igual manera, existen alimentos que benefician un buen descanso y estado de ánimo, como la leche y sus derivados, el arroz, las pastas, verduras y hortalizas, entre otros. Todo va a depender de la edad del infante y del tipo de alimentación que esté recibiendo. Para mejorar la instancia de descanso, es necesario que el menor posea en su habitación una luz tenue que logre bajar su ritmo de actividad física y mental. Los niños, entre 2 y 3 años, pueden escuchar un cuento de sus padres, por ejemplo. Dr. Daniel Correa, neuropsiquiatra Infantil y Adolescente de la Clínica Santa María entregó información para desarrollar este artículo.  Otros temas que te podrían interesar: shutterstock_60199375.jpg>39.166666666666664:48.10126582278481

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