Hipoacusia: importancia de la detección temprana y tratamiento

Babytuto

3 de marzo de 2016

La  audición es el medio principal que nos permite adquirir el lenguaje hablado (oral). Este tipo del lenguaje es la vía principal que actualmente tenemos para comunicarnos. A través del habla, los niños logran simbolizar lo que les rodea, trasmitir sus deseos, necesidades y pensamientos y relacionarse con otros individuos, permitiendo así la adquisición de conocimiento. Dado que el lenguaje oral se encuentra directamente relacionado con el pensamiento, la limitación que presentan los niños que padecen hipoacusia va más allá de no poder comunicarse mediante el habla. La hipoacusia se define como la disminución de la capacidad auditiva de una persona. Esta puede presentarse en varios niveles de intensidad, según la cantidad de perdida:
  • Leve: 20 – 40 dB
  • Moderadas: 41 – 70 dB
  • Severa: 71- 95 dB
  • • Profunda: sobre 95 dB
A pesar de que la hipoacusia puede aparecer de manera tardía (en el periodo de adquisición del lenguaje, 1-2 años, o luego de éste), la detección de ésta antes de los 6 meses de vida, seguida de su adecuada intervención denota un notable progreso en cuanto a la adquisición del lenguaje y capacidades cognitivas de los niños. Hasta los 2-3 años de edad es el periodo más crítico, dado que es cuando existe la plasticidad neuronal necesaria que establece los pilares para el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Los estudios demuestran que los niños que han sido diagnosticados tardíamente y que no han recibido intervención en torno a este déficit (por ejemplo uso de audífono o en los casos más profundos implante cloquear), presentan muchas dificultades para desarrollar el lenguaje oral incidiendo por consiguiente en sus habilidades cognitivas. La hipoacusia (sin tratamiento) a su vez, puede conllevar a secuelas de índole psicológica, tales como la baja autoestima, aislamiento social o problemas en las relaciones interpersonales, agresividad, impulsividad, inestabilidad en el ánimo, entre otras. Si usted tiene la sospecha de que su hijo no escucha bien, ya sea porque no presta atención, no responde a sus llamados o no reacciona ante estímulos sonoros, consulte con su pediatra u otorrinolaringólogo infantil, dado que es indispensable actuar lo más tempranamente posible en cuanto a intervenciones médicas y posterior tratamiento psicológico, para que de esta manera se puedan potenciar la mayor cantidad de los recursos presentes en cada niño, desarrollándose así, la mayor cantidad posible de estructuras comunicativas y orales, que permitan a los pequeños un desarrollo más sano en cuanto a lo cognitivo, social y salud mental. Otros temas que te pueden interesar: shutterstock_188508593  

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