Cuidados en el consumo de sal durante el embarazo
Babytuto
7 de mayo de 2014
Los alimentos que una mamá consume durante el embarazo pueden afectar en alguna medida no solo su propia salud, sino también la del bebé. Diversos estudios, como el del Centro de Investigación Química Monell en Filadelfia, Estados Unidos, determinó que la ingesta de sal puede influir en el peso del recién nacido, además de la preferencia por esta sustancia cuando son más grandes.
El consumo de sal debería restringirse, sobre todo si la mamá tiene sobrepeso y antecedentes de hipertensión arterial, preeclamsia o eclamsia. Si se evita, además, se puede contribuir con la retención de líquido, un tema que molesta a muchas mujeres durante el embarazo. Es fundamental evitar ingerir alimentos altos en sodio, como las aceitunas o embutidos, los alimentos congelados, o enlatados, y evitar su uso al momento de cocinar, así como eliminar el salero de la mesa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir solo 5 gramos de sal a diario, y en Chile se ingieren unos 12, poco más del doble de la norma. Por eso es importante controlar no solo la sal que se pone voluntariamente a la comida cuando se cocina, sino que también los alimentos que se consumen día a día y que pueden tener altos niveles de sodio.
Es bueno que las embarazadas prefieran alimentos frescos, y preparados con sal moderadamente. Al mismo tiempo, inclinarse hacia otro tipo de condimentos naturales, como aceite de oliva, limón, o hierbas frescas. De igual manera, es fundamental consultar con el médico tratante frente a dudas sobre la dieta que se debe seguir, y conversar sobre los antecedentes que puedan perjudicar el embarazo.
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Babytuto
7 de mayo de 2014
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El consumo de sal debería restringirse, sobre todo si la mamá tiene sobrepeso y antecedentes de hipertensión arterial, preeclamsia o eclamsia. Si se evita, además, se puede contribuir con la retención de líquido, un tema que molesta a muchas mujeres durante el embarazo. Es fundamental evitar ingerir alimentos altos en sodio, como las aceitunas o embutidos, los alimentos congelados, o enlatados, y evitar su uso al momento de cocinar, así como eliminar el salero de la mesa.
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Es bueno que las embarazadas prefieran alimentos frescos, y preparados con sal moderadamente. Al mismo tiempo, inclinarse hacia otro tipo de condimentos naturales, como aceite de oliva, limón, o hierbas frescas. De igual manera, es fundamental consultar con el médico tratante frente a dudas sobre la dieta que se debe seguir, y conversar sobre los antecedentes que puedan perjudicar el embarazo.
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