Contracciones de Braxton Hicks
Babytuto
7 de julio de 2014
Las contracciones del Braxton Hicks ocurren cuando el músculo uterino se pone rígido, preparándose para el desarrollo del embarazo y finalmente el parto. Por lo general comienzan alrededor de la sexta semana se gestación, pero en general las mujeres no las sienten hasta la semana veinte aproximadamente.
Conforme avanza el embarazo estas se hacen más y más seguidas, aunque durante las primeras veces son poco frecuentes, irregulares, y generalmente sin dolores. Cuando se acerca el momento del parto, a veces es difícil distinguir si se trata de contracciones de Braxton Hicks, o si es señal de un parto prematuro.
¿Qué provoca estas contracciones?
Muchas mujeres pueden notar que ciertas actividades o estados emocionales les provocan las contracciones de Braxton Hicks. Los factores más comunes son:
- Movimientos que realiza el feto dentro del vientre
- Realizar algún tipo de esfuerzo excesivo o algún ejercicio físico en particular
- Tocar el abdomen
- Relaciones sexuales
- Deshidratación
Cómo aliviar las molestias que provocan las contracciones
Cuando se siente que se está por experimentar una contracción, lo mejor es cambiar de posición o dejar de hacer la actividad que se estaba realizando. Esto podría hacer la desaparecer o mitigar un poco las molestias. Es importante que las mujeres descansen lo suficiente y se recuesten sobre su lado derecho.
También es fundamental beber mucho líquido, al menos 2 litros a diario, para evitar la deshidratación y que los músculos se contraigan producto de esto. Al mismo tiempo, se debe orinar siempre que se tengan ganas, porque la irritación de la vejiga cuando se encuentra llena puede provocar contracciones.
Algunos especialistas recomiendan practicar ejercicios de respiración para cuando llegue el momento del trabajo de parto, con el fin de ayudar a controlar las molestias que generan las contracciones. Una respiración lenta, profunda y con ritmo puede aliviar los malestares.
¿Cómo diferenciar las contracciones de Braxton Hicks de las contracciones de parto?
Se pueden diferenciar a través de 3 características:
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su duración, a diferencia de las contracciones de parto, las que conforme se acerca el momento de dar a luz se hacen más largas
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su intensidad, es decir, no se hacen cada vez más dolorosas ni fuertes, a diferencia de las contracciones de parto, que aumentan su magnitud mientras se acerca el parto
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su frecuencia, mientras que las contracciones de parto se hacen más frecuentes conforme se acerca el alumbramiento. Por ejemplo en un comienzo se sienten cada 10 minutos, luego cada 7, 5 y así sucesivamente
¿Cuándo consultar con un especialista?
Se debe consultar inmediatamente con un especialista cuando se sienten 4 o más contracciones por hora, estas están acompañadas de dolor, flujo vaginal, sangramiento, presión en la pelvis y dolor en la espalda baja. Esto puede ser síntoma de un parto prematuro, si es que ocurren antes de la semana 37 de embarazo, o bien se trata de contracciones de parto.
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Contracciones de Braxton Hicks
Babytuto
7 de julio de 2014
Las contracciones del Braxton Hicks ocurren cuando el músculo uterino se pone rígido, preparándose para el desarrollo del embarazo y finalmente el parto. Por lo general comienzan alrededor de la sexta semana se gestación, pero en general las mujeres no las sienten hasta la semana veinte aproximadamente.
Conforme avanza el embarazo estas se hacen más y más seguidas, aunque durante las primeras veces son poco frecuentes, irregulares, y generalmente sin dolores. Cuando se acerca el momento del parto, a veces es difícil distinguir si se trata de contracciones de Braxton Hicks, o si es señal de un parto prematuro.
¿Qué provoca estas contracciones?
Muchas mujeres pueden notar que ciertas actividades o estados emocionales les provocan las contracciones de Braxton Hicks. Los factores más comunes son:
- Movimientos que realiza el feto dentro del vientre
- Realizar algún tipo de esfuerzo excesivo o algún ejercicio físico en particular
- Tocar el abdomen
- Relaciones sexuales
- Deshidratación
Cómo aliviar las molestias que provocan las contracciones
Cuando se siente que se está por experimentar una contracción, lo mejor es cambiar de posición o dejar de hacer la actividad que se estaba realizando. Esto podría hacer la desaparecer o mitigar un poco las molestias. Es importante que las mujeres descansen lo suficiente y se recuesten sobre su lado derecho.
También es fundamental beber mucho líquido, al menos 2 litros a diario, para evitar la deshidratación y que los músculos se contraigan producto de esto. Al mismo tiempo, se debe orinar siempre que se tengan ganas, porque la irritación de la vejiga cuando se encuentra llena puede provocar contracciones.
Algunos especialistas recomiendan practicar ejercicios de respiración para cuando llegue el momento del trabajo de parto, con el fin de ayudar a controlar las molestias que generan las contracciones. Una respiración lenta, profunda y con ritmo puede aliviar los malestares.
¿Cómo diferenciar las contracciones de Braxton Hicks de las contracciones de parto?
Se pueden diferenciar a través de 3 características:
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su duración, a diferencia de las contracciones de parto, las que conforme se acerca el momento de dar a luz se hacen más largas
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su intensidad, es decir, no se hacen cada vez más dolorosas ni fuertes, a diferencia de las contracciones de parto, que aumentan su magnitud mientras se acerca el parto
- Las contracciones de Braxton Hicks no aumentan su frecuencia, mientras que las contracciones de parto se hacen más frecuentes conforme se acerca el alumbramiento. Por ejemplo en un comienzo se sienten cada 10 minutos, luego cada 7, 5 y así sucesivamente
¿Cuándo consultar con un especialista?
Se debe consultar inmediatamente con un especialista cuando se sienten 4 o más contracciones por hora, estas están acompañadas de dolor, flujo vaginal, sangramiento, presión en la pelvis y dolor en la espalda baja. Esto puede ser síntoma de un parto prematuro, si es que ocurren antes de la semana 37 de embarazo, o bien se trata de contracciones de parto.
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