Cómo prevenir prolapso después del embarazo?
Babytuto
25 de noviembre de 2014
Una mujer puede tener incontinencia urinaria, fecal, gases y prolapso de los órganos pélvicos después de haber tenido un parto vaginal. Los factores de riesgo tienen relación con los bebés que nacen de gran tamaño, un período expulsivo muy prolongado, desgarros perineales, partos instrumentados, episiotomía muy amplia, aumento del número de partos, entre otros.
¿Qué significa? en palabras más simples significa que se puede producir daño en los tejidos musculares del suelo pelviano, de los esfínteres uretrales o anales y nervios de la zona, por la distensión y compresión del paso de la cabeza del feto por el canal del parto.
El suelo pelviano, constituido por ligamentos y músculos que se ubican como una hamaca en la parte inferior de la pelvis, sirve como estructura de soporte para los órganos que están dentro de la pelvis, estos se debilitan por situaciones como partos, la edad, sobrepeso, déficit de hormonas, sobrecarga de pesos.
La debilidad de esta musculatura, puede producir prolapso o caída de los órganos Intrapélvicos como el útero, vejiga, intestinos.
Los músculos del suelo pelviano, fuera de tener una función de soporte, también interviene en la micción y defecación, cerrando la uretra para evitar el escape de orina o relajándose para permitir el vaciamiento completo de la vejiga. De igual forma tienen una función sobre el esfínter anal, contrayéndolo para evitar el escape de fecas o gases y relajándolo para permitir la evacuación intestinal.
De tal manera, que al producirse daño de esta musculatura, pude presentarse una incontinencia de orina al realizar esfuerzos, incontinencia fecal o perdida de gases en forma involuntaria.
La buena noticia, es que todas alteraciones se pueden prevenir y tratar, enfocándose en mantener la fuerza y el tono adecuado de la musculatura perineal.
La gran mayoría de las mujeres no logra localizar esta musculatura sin contraer los glúteos o el abdomen, por lo que es muy importante aprender en forma adecuada a realizar estos ejercicios.
Actualmente en Chile, al igual que en otros países, existen varios equipos que pueden ayudar a visualizar los músculos perineales, mientras se realizan las contracciones de estos. Un ejemplo es el Biofeedback, donde se colocan unos electrodos, los cuales captan la actividad muscular y la llevan a un monitor en donde se puede ver y escuchar como se van realizando estos ejercicios, de manera muy didáctica.
Este es un tratamiento mínimamente invasivo que se enfoca en el fortalecimiento de la musculatura esfinteriana y del suelo pelviano, además de educar la vejiga o los intestinos, con horarios determinados y posiciones adecuadas de evacuación.
También existen con una serie de elementos que co ayudantes al tratamiento, como es el caso de pesas vaginales, las cuales tiene diferentes pesos y se introducen en la vagina como si fuera un tampón, con el objetivo de contraer la vagina y evitar que esta se caiga.
En forma progresiva se va aumentando el peso y el tiempo de ejercitación.
Es recomendable iniciar la terapia durante el embarazo, para prevenir estas alteraciones y un mes después del parto.
De esta forma, la mujer estará preparada para los futuros embarazos y partos, disminuyendo las posibilidades de alteraciones del suelo pelviano.
Como con cualquier programa de ejercitación, el paciente debe continuar haciendo los ejercicios para mantener el beneficio, en general se necesitan aproximadamente 10 sesiones 1 a 2 veces a la semana.
Odette Freundlich, Kinesióloga especialista en Disfunciones del suelo pelviano y sexualidad, Centro Miintimidad
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Babytuto
25 de noviembre de 2014
Una mujer puede tener incontinencia urinaria, fecal, gases y prolapso de los órganos pélvicos después de haber tenido un parto vaginal. Los factores de riesgo tienen relación con los bebés que nacen de gran tamaño, un período expulsivo muy prolongado, desgarros perineales, partos instrumentados, episiotomía muy amplia, aumento del número de partos, entre otros.
¿Qué significa? en palabras más simples significa que se puede producir daño en los tejidos musculares del suelo pelviano, de los esfínteres uretrales o anales y nervios de la zona, por la distensión y compresión del paso de la cabeza del feto por el canal del parto.
El suelo pelviano, constituido por ligamentos y músculos que se ubican como una hamaca en la parte inferior de la pelvis, sirve como estructura de soporte para los órganos que están dentro de la pelvis, estos se debilitan por situaciones como partos, la edad, sobrepeso, déficit de hormonas, sobrecarga de pesos.
La debilidad de esta musculatura, puede producir prolapso o caída de los órganos Intrapélvicos como el útero, vejiga, intestinos.
Los músculos del suelo pelviano, fuera de tener una función de soporte, también interviene en la micción y defecación, cerrando la uretra para evitar el escape de orina o relajándose para permitir el vaciamiento completo de la vejiga. De igual forma tienen una función sobre el esfínter anal, contrayéndolo para evitar el escape de fecas o gases y relajándolo para permitir la evacuación intestinal.
De tal manera, que al producirse daño de esta musculatura, pude presentarse una incontinencia de orina al realizar esfuerzos, incontinencia fecal o perdida de gases en forma involuntaria.
La buena noticia, es que todas alteraciones se pueden prevenir y tratar, enfocándose en mantener la fuerza y el tono adecuado de la musculatura perineal.
La gran mayoría de las mujeres no logra localizar esta musculatura sin contraer los glúteos o el abdomen, por lo que es muy importante aprender en forma adecuada a realizar estos ejercicios.
Actualmente en Chile, al igual que en otros países, existen varios equipos que pueden ayudar a visualizar los músculos perineales, mientras se realizan las contracciones de estos. Un ejemplo es el Biofeedback, donde se colocan unos electrodos, los cuales captan la actividad muscular y la llevan a un monitor en donde se puede ver y escuchar como se van realizando estos ejercicios, de manera muy didáctica.
Este es un tratamiento mínimamente invasivo que se enfoca en el fortalecimiento de la musculatura esfinteriana y del suelo pelviano, además de educar la vejiga o los intestinos, con horarios determinados y posiciones adecuadas de evacuación.
También existen con una serie de elementos que co ayudantes al tratamiento, como es el caso de pesas vaginales, las cuales tiene diferentes pesos y se introducen en la vagina como si fuera un tampón, con el objetivo de contraer la vagina y evitar que esta se caiga.
En forma progresiva se va aumentando el peso y el tiempo de ejercitación.
Es recomendable iniciar la terapia durante el embarazo, para prevenir estas alteraciones y un mes después del parto.
De esta forma, la mujer estará preparada para los futuros embarazos y partos, disminuyendo las posibilidades de alteraciones del suelo pelviano.
Como con cualquier programa de ejercitación, el paciente debe continuar haciendo los ejercicios para mantener el beneficio, en general se necesitan aproximadamente 10 sesiones 1 a 2 veces a la semana.
Odette Freundlich, Kinesióloga especialista en Disfunciones del suelo pelviano y sexualidad, Centro Miintimidad
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