- Compartir momentos a solas con los niños. Es importante que exista una conexión emocional, lo que ayudará a establecer herramientas de disciplina con mayor facilidad. Es fundamental evitar gritarle y tomar otra actitud. "Vemos hartas pelis en Netflix, y es un momento que tenemos para compartir juntos", cuenta Beatriz Rodríguez, mamá de Javier, de 2 años
- Establecer responsabilidades para todos los miembros de la casa. Esto no solo los hará ser parte activa de la familia, sino que también cuando no se cumple con las responsabilidades, existen consecuencias asociadas, y que no se puede hacer todo lo que ellos quieren. "La Isi es muy chica aun como para tener deberes, pero cuando tiene que comer o ordenar le digo que lo haga, o que me ayude a mí a hacerlo", dice Constanza López, mamá de Isidora de 2 años
- Ser disciplinado con los horarios de los niños. Esto los ayudará a establecer rutinas y que tengan un mejor comportamiento
- Si se portan mal, se deben explicar las consecuencias y ser consistentes. Esto es sumamente importante, pues el niño entenderá que si no hace algo, perderá el privilegio de hacer alguna actividad que le gusta. "No sé si es un castigo, pero por ejemplo si no se quiere dormir, la dejo sola en la cama y cuendo vuelvo ya se durmió", señala Constanza. Beatriz en tanto cuenta que si insiste en su comportamiento "se va a su corral aunque chille, como es solo berrinche se le quita rápido"
- Reconocer una buena actitud. Si el niño se portó bien, se le debe reconocer para que se sienta motivado a repetir ese mismo comportamiento
- Cumplir lo prometido. Si los papás se comprometen a recompensar al menor, si es que hacía lo que debía, se debe cumplir. Si los padres no cumplen, los hijos tampoco sentirán la necesidad de hacerlo
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