Una de las cosas más importantes a tener en cuenta cuando un niño se intoxica con alimentos, es el cuidado posterior: mantenerlo bien hidratado, sobre todo si vomitó mucho o tuvo diarrea, y que descanse lo suficiente.
Esto ocurre cuando el menor ingirió algo que contenía bacterias, virus, parásitos o toxinas que infectaron la comida.
Si bien no son extremadamente graves, los papás deben tener mucho cuidado, y consultar con un médico si su hijo:
- Vomita por más de 12 horas.
- Tiene diarrea y fiebre de más de 38 grados.
- Dolor de estomago intenso, que no desaparece luego de la evacuación.
- Deposiciones o vómitos con sangre.
- Latidos cardíacos acelerados.
Es fundamental que los papás manipulen correctamente los alimentos y líquidos que el niño va a consumir, para evitar este tipo de situaciones.
Asimismo, si va a comer fuera de casa, hacerlo en un lugar seguro. También especial cuidado si la familia sale de viaje y el menor se enferma en el extranjero. En ese caso se debe llamar inmediatamente a un especialista.
Otros temas que te podrían interesar: