La falta de sueño no solo afecta a los adultos, sino también a los niños. Esto los puede hacer estar muy irritables, cansados, y termina afectando su actividad cerebral, alternando su memoria y lenguaje.
Asimismo, los problemas para dormir pueden desencadenar problemas de conducta y en el colegio, así que si se ha transformado en una situación constante, lo mejor es consultar con un especialista.
Los niños que permanentemente pierden 3 o 4 horas de sueño diaria, y que se encuentran en edad preescolar, pueden presentar tarde o temprano:
- Irritabilidad, impulsividad e inquietud.
- Dolores de cabeza.
- Baja en el rendimiento escolar.
- Estar más propensos a las enfermedades e infecciones.
- Falta de ánimo, desmotivación y apatía.
- Falta de autocontrol, atención y agresividad.
Algunos estudios han determinado que los niños con alteraciones en el sueño son más propensos, entre los 2 y 4 años, a tener otitis y rinofaringitis.
Incluso también hay asociaciones con altos índices de obesidad y bajo crecimiento, por eso es importante que duerman bien.
Es clave que los papás establezcan horarios para dormir desde que son pequeños. En caso de ver que estos se alteran, y nada tiene resultado, lo mejor es consultar con un especialista lo antes posible para así evitar problemas a futuro.
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