La espina bífida implica que la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el primer mes de embarazo. Es el defecto congénito discapacitante más común en los Estados Unidos, y no tiene cura.
El tratamiento se enfoca más bien en las diversas complicaciones que pueden surgir, y que incluyen procedimientos en diversas áreas –cirugías, medicamentos, terapias–.
Una de las principales causas asociadas es un bajo nivel de ácido fólico antes y durante el embarazo.
Algunas de las complicaciones que causa esta enfermedad:
- Hidrocefalia: es la acumulación de líquido en el cerebro. Esto provoca su agrandamiento, que si no es tratado, puede ocasionar retrasos mentales, y otras lesiones.
- Trastornos urinarios: esto puede provocar constantes infecciones urinarias, además de problemas en los riñones.
- Malformación de Chiari tipo II: ocurre cuando el cerebro está ubicado debajo de lo normal, lo que provoca problemas para respirar, tragar, además de debilidad en la parte superior del cuerpo.
- Problemas de aprendizaje: generalmente poseen una inteligencia normal, pero algunos de ellos podrían presentar esta dificultad.
- Alergia al látex: puede presentarse debido a exposición recurrente a las cirugías. Los médicos deberán utilizar utensilios y guantes que no sean de este material para no provocar molestias en los menores.
- Médula espinal anclada: esto provoca debilidad en las piernas, dolores en la espalda y alteraciones en la vejiga.
- Otros trastornos: niños con espina bífida pueden sufrir problemas digestivos, sexuales, físicos, psicológicos, además de depresión.
Para evitar la espina bífida, es importante que las mamás consuman ácido fólico antes y durante el embarazo.
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