Durante los primeros seis meses de vida la leche es el único alimento que el bebé debe consumir, ya que le aporta todos los nutrientes, minerales y vitaminas necesarias para su crecimiento y desarrollo.
La leche es conocida por ser una excelente fuente de calcio, necesaria para la formación y mantenimiento del esqueleto y los dientes de los niños.
Existen niños que no toleran la lactosa, son alérgicos a la proteína de la leche de la vaca o simplemente no les gusta su sabor.
Derivados lácteos como el yogurt o quesos bajos en grasas son buenos para incluir en la dieta -si no presentan alergia o intolerancia-, además de alternativas como la leche de soja o de arroz en caso de no poder tomar leche de vaca.
También existen otros alimentos que aportan calcio a los niños, por ejemplo pescados como la sardina, el dorado o el boquerón; la yema del huevo; las legumbres, en especial los garbanzos y lentejas y las verduras verdes como la espinaca, brócoli y acelga.